Ritual Facial Anti-edad

BENEFICIOS EN TU PIEL

• MÁS NUTRICIÓN: Los antioxidantes ayudan a aportar vitaminas, minerales y antioxidantes naturales para facilitar la recuperación de tu piel.
• MÁS HIDRATACIÓN: Aumenta la hidratación y ayuda a que se mantenga la luminosidad de la piel mucho más tiempo.
• PIEL MÁS LUMINOSA: Estimula la microcirculación sanguínea, aporta vitalidad y ayuda a dar luminosidad a la piel.
• MÁS JUGOSIDAD: La piel se equilibra y su grosor se hace mayor. Eso ayudará a evitar las rojeces, arrugas tempranas y a tonificar la piel caída.
• MÁS FIRMEZA: Rebaja el hinchazón de las bolsas de los ojos y favorece la circulación facial.
• MÁS BRILLO Y ELASTICIDAD: ilumina o retrasa la aparición de las líneas de expresión.

RITUAL PASO A PASO

PASO 1 – LIMPIEZA E HIDRATACIÓN
Desmaquilla y limpia tu piel con el Tónico facial Agua de rosas BIO. Empapa un algodón o una gasa con el producto y retira la suciedad de la piel. una vez limpia, vuelve a rociar la piel con el spray de Agua de Rosas y deja que se absorba durante unos segundos. No retires.

PASO 2 – TRATAMIENTO
Seguidamente al agua de rosas, aplica unas gotas de Sérum Facial Piel Radiante con un suave masaje en cara y cuello e incide en la zona del contorno de los ojos y los labios. Usa las yemas de los dedos para incidir en esas zonas y ayudar a que penetre.

PASO 3 – MASAJE RELAJANTE y TONIFICANTE
Es hora del masaje relajante con el rodillo facial. Debes repetir movimientos de abajo a arriba y del centro del rostro hacia los extremos. Empezar por el cuello, el mentón, los pómulos, los ojos (incidiendo en la zona de las arrugas) y, por último, en la frente. El masaje debe ser intenso para conseguir resultados.

PASO 4 – MASAJE ANTIARRUGAS Y REAFIRMANTE
Para conseguir un efecto mayor, debemos usar el rodillo combinado con el Gua-Sha de cuarzo. Con ésta herramienta, el masaje se realiza de arriba abajo y de fuera a dentro y la presión siempre se realiza al final del movimiento ayudándonos del estiramiento de la piel con la otra mano.
El masaje comienza tonificando el cuello, pasando el gua sha tres veces por cada zona. Después se pasa al contorno de la cara, donde se ejerce una mayor presión cerca de la oreja. Continuamos con los pómulos y el contorno de ojos, para terminar con la frente y con la zona de alrededor de los labios.